Mama en concordancia con tu cuerpo La reducción de pecho mejora la calidad de vida y se reducen problemas en espalda.
Con la mamoplastia de reducción de pecho se disminuye el exceso de volumen mamario, asociado en la mayoría de casos a la mama caída, dando solución a un problema estético y funcional que suele afectar al estado del paciente dolores de espalda o problemas posturales.
Lo que se busca es que el pecho tenga un tamaño natural en concordancia con el resto del cuerpo, para ello, la intervención no se ciñe a una simple reducción, sino que se busca modelar los tejidos que conforman la mama para que tenga una mayor armonía con el resto del cuerpo.
Para muchas pacientes, la reducción de mamas se traduce en una mayor calidad de vida, no sólo por una mejoría en el aspecto físico. Un tamaño adecuado del pecho permite la práctica de ejercicio físico y se reducen molestias en espalda, cuello y hombros. Además, facilita una posterior higiene postural.
La intervención es similar a la mastopexia aunque en este caso el objetivo es retirar tejidos, en función de la altura de la paciente, el tórax, el tipo y densidad de la mama.
Nuestro equipo de cirujanos profesionales realiza la intervención de modo que la cicatriz es prácticamente imperceptible. Por otro lado, el periodo de curas posoperatorio es muy importante para que los resultados sean óptimos. El paciente debe seguir siempre las indicaciones del cirujano.
Se recomienda no tomar el sol hasta que el cirujano indique que puede hacerse, pasados unos meses tras la cirugía. Siempre se recomienda proteger la cicatriz al menos durante el primer año para que no se oscurezca.
La paciente podrá dar pecho tras una reducción de mamas siempre que durante la intervención no se modifiquen los conductos que llevan la leche y no se dañe el pedículo.
Durante la cirugía no se toca el sistema nervioso por lo que la sensibilidad del pezón seguirá siendo la misma tras la intervención. Puede que la zona de la areola tenga una pequeña pérdida de sensibilidad justo tras el procedimiento, pero se recupera a los pocos días.
Los primeros días tras la cirugía de reducción de pecho se pueden sentir ligeras molestias parecidas a las agujetas que van desapareciendo durante el primer mes, cuando la paciente está totalmente recuperada.
El pecho no volverá a su estado natural tras la cirugía. Es muy difícil que las mamas vuelvan a caerse tras la intervención.
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